Carlos Alix, científico culturista: "Cómo hay que entrenar cuando queremos perder grasa: Exactamente igual que cuando queremos ganar masa muscular"

“Para perder grasa, haz cardio. Para ganar músculo, levanta pesas”. Esta frase, repetida hasta el cansancio en gimnasios y redes sociales, parece inamovible. Pero ¿y si te dijéramos que ambos objetivos comparten la misma estrategia de entrenamiento? Carlos Alix, científico especializado en fisiología del ejercicio y culturista profesional, lo afirma sin dudar: “El entrenamiento debe ser el mismo, lo que cambia es la nutrición y el contexto”.
En este artículo, desglosamos su perspectiva, respaldada por estudios científicos y años de experiencia, para entender por qué entrenar con pesas —y hacerlo de forma intensa— no solo construye músculo, sino que también es la clave para quemar grasa de manera eficiente.
¿Por Qué el Entrenamiento NO Debe Cambiar? La Ciencia Detrás del Enfoque
1. El Mito del “Modo Quema Grasa”
La creencia popular sugiere que para perder grasa hay que priorizar ejercicios cardiovasculares de baja intensidad y alta duración (como correr o caminar), mientras que el entrenamiento de fuerza se reserva para “volumen muscular”. Sin embargo, Alix explica que este enfoque ignora dos factores críticos:
- El costo energético post-ejercicio: El entrenamiento de fuerza intenso genera un mayor gasto calórico en reposo (efecto EPOC, Excess Post-Exercise Oxygen Consumption) que el cardio moderado.
- La preservación muscular: En déficit calórico (necesario para perder grasa), el cuerpo tiende a catabolizar músculo. El entrenamiento con pesas envía una señal biológica clara: “Esta masa es útil; no la destruyas”.
2. La Regla de Oro: Intensidad y Sobrecarga Progresiva
“Si quieres resultados, no reduzcas la intensidad. Ya sea para definir o para ganar tamaño, el músculo necesita un estímulo constante”, afirma Alix. Esto significa:
- Mismas cargas, mismas repeticiones: Reducir el peso o el volumen al buscar definición es un error. Si puedes hacer 10 repeticiones con 100 kg en fase de volumen, mantén ese estándar durante la definición.
- Progresión o mantenimiento: En lugar de “entrenar ligero”, enfócate en no perder fuerza. Si progresas, mejor.
3. El Papel Clave de la Nutrición (Lo Que Sí Cambia)
Aquí está la verdadera diferencia: el déficit o superávit calórico.
- Para perder grasa: Consume menos calorías de las que gastas, pero mantén altas las proteínas para proteger el músculo.
- Para ganar masa: Aumenta las calorías, priorizando proteínas y carbohidratos para la energía.
“El entrenamiento es el motor; la nutrición es el combustible. No cambies el motor, ajusta el combustible”, resume Alix.
Conclusión: Menos Complicaciones, Más Resultados
La próxima vez que alguien te diga que “para definir hay que entrenar distinto”, recuerda las palabras de Carlos Alix: “El músculo no entiende de objetivos estéticos, entiende de estímulos. Si lo desafías, crece. Si lo proteges, se mantiene. El resto es cuestión de ajustar lo que hay en tu plato”.
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